Obra nacida del maridaje de energías sonoras (melodías), aromático- cristalinas (gemaromas), y plásticas (formas- colores).

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La Sonodocromía tiene la característica privativa de comunicar y vincularse con la dimensión álmica de su destinatario.

 

Tal obra, nace de y alude a las potencialidades de sabiduría, exquisitez, prosperidad y elevación del individuo para quien es creada.

 

La sonodocromía es una obra que nace del relevamiento y comprensión de aspectos y valores interiores que atañen al individuo y su potencial (arsístico) de trascendencia.

 

Si existe una razón insoslayable para el nacimiento de una sonodocromía, esta es la de inspirar en su destinatario la audacia efectiva de ser quien él merece ser.

 

En la sonodocromía intervienen:

 

- Imágenes fotográficas, dibujos y pinturas  creadas con motivo de la labor, cuyo fin es deconstruirse*, co- fundirse, evanescerse y transmutarse  hasta alcanzar la condición de soporte o unidad material de una obra que porta a tales  primordios, invisiblemente, en lo más profundo de sus entrañas.

 

- Gemaromas. Resultado sinérgico surgido del maridaje de aceites esenciales y gemas cuyo perfume convoca y une a lo esencial de cada entidad que interviene en el proceso creacional. Los gemaromas accionan promoviendo, acompañando y guiando al individuo (tanto el que  desarrolla la sonodocromía como el destinatario y dueño, e inclusive cualquier circunstancial espectador que logre observarlas sin prejuicios) el atravesamiento de los límites espaciales y temporales.

 

- Composiciones musicales de cuya vibración surgen (tal como cabe al origen de la palabra música) musas, o sea, energías inspiracionales, sensualidades del espíritu que depuran y guían la infusión de forma y color que se libera mediante el acto sonodocrómico.

 

Las melodías, los colores, los aromas y las formas plásticas que se eligen para emprender la creación de la sonodocromía, van más allá del mero aspecto estético de tal elección. Todas atienden al objetivo de constituirse en vehículo sublime para el logro de la obra.

 

La unidad sinérgica que conforman todos estos elementos o componentes descriptos, guarda absoluta correspondencia con lo arsístico y saludable de la personalidad del dueño de la obra sonodocrómica que nace.

 

Desde la extensión material y estética a través de la cual se expresa  la sonodocromía, surge una suerte de señal, de clave que orienta a la emoción, al sentimiento, al pensamiento y a la idea, hacia el encuentro con el alma de la vida.

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